Es verdad que muchos destinos no están pensados para viajar en familia, pero no es el caso de Peñíscola. El municipio es uno de esos lugares que parecen diseñados para los más peques de la casa: tiene castillos, playas, parques —incluso acuáticos—, trenecitos urbanos y hasta un museo de magia.

Si viajas con peques y quieres combinar cultura, sol y mucha diversión, respira tranquilo: Peñíscola tiene planes para cualquier edad y, si no nos crees… ¡sigue leyendo!

ÍNDICE

Actividades para hacer en Peñíscola con niños

Vuestra ruta debe empezar por el icónico Castillo del Papa Luna. Así, de primeras, no parece muy entretenido, pero puedes convertirlo en un juego de pistas: “busca la cárcel templaria” o “encuentra el aljibe”, y de paso explicarles qué significan esos términos.

Una vez arriba, deja que las vistas les entretengan por ti. Y al salir, haz una parada en los jardines del Parque de Artillería; aquí podéis merendar, jugar un rato o simplemente tomaros un respiro después de la caminata.

Si el termómetro aprieta, pon rumbo a los Toboganes de Peñíscola, un recinto acuático con tres zonas diferenciadas: la piscina-lago para toda la familia —equipada con una cascada que esconde un tobogán interior—; la zona de toboganes gigantes con curvas y túneles —incluido un descenso vertical para los más valientes—, y una piscina exclusiva para niños de cero a ocho años con dos minitoboganes y juegos interactivos. Por si no fuera suficiente, también cuenta con tres pistas de tenis y una cancha de fútbol.

¿Más aventura? Ven con toda la familia a Peñíscola Aventura. Es un parque pensado para niños mayores de seis años que tiene tirolina y circuitos de altura.

Y si tus niños son más pequeños o buscas un plan más tranquilo, acude al Jardín del Papagayo. Aquí vais a encontrar cientos de aves exóticas, espectáculos de vuelo libre y la oportunidad de aprender sobre fauna tropical sin salir del Baix Maestrat.

Si prefieres cambiar de perspectiva y que os enseñen algo en lugar de salir a descubrirlo, subíos a una «golondrina» en el puerto, para navegar por la costa entre acantilados y calas; o al tren turístico, para recorrer el puerto, las murallas y el casco viejo. Así los niños disfrutan del traqueteo y tú de las vistas.

Y no, no puedes dejar en el tintero la visita al Magic Museum by Yunke si vienes a Peníscola con niños, ¡es un universo de ilusionismo! Solo está abierto los sábados y los domingos, pero merece mucho la pena recorrerlo. ¿Y qué hay? Autómatas de Robert-Houdin, la legendaria Cámara de Tortura China de Houdini y espectáculos en vivo que van a retar la física ante vuestros ojos.

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En Peñíscola no faltan zonas de juego al aire libre

Peñíscola está salpicada de parques infantiles perfectos para hacer una pausa. La plaza Zaragoza y la avenida Akra Leuke cubren el casco urbano; en el paseo marítimo espera la zona de columpios de la avenida de la Mar y, frente al hotel Casablanca, en la avenida Papa Luna, un área de trepa.

Si buscas instalaciones accesibles, acércate a La Volta o a la plaza Constitución, diseñadas para que todos los niños puedan jugar. Y si quieres un plan más tranquilo, la Biblioteca Municipal también es un buen refugio en el que puedes toparte con eventos muy chulos.

Ojo, que las playas también van a sorprenderte con un montón de áreas de juego: en playa Sur encontrarás un parque en forma de barco pirata y en playa Nord, una pirámide de redes tridimensionales para escalar. Si eso no es suficiente para tus peques, puedes aprovechar para salir a hacer kayak o paddle surf en Peñíscola; hay varios puntos de alquiler de material, con o sin monitor.

Si lo que queréis es pasar un día tranquilo jugando con la arena, conduce diez minutos al sur para descubrir las mejores calas de Peñíscola, perfectas para hacer snorkel y enseñar a los niños a respetar el hábitat de erizos y posidonias.

Qué ver cerca de Peñíscola con niños

Cuando ya os hayáis empapado de todo lo que os ofrece Peñíscola y queráis estirar la aventura, coged la bici y seguid el paseo marítimo: en solo 7 km aparece Benicarló, con su puerto, el museo agrícola MUCBE y otro puñado de playas familiares.

Y, si vais en coche, en tan solo 20 minutos hacia el sur os plantaréis en Alcossebre, un verdadero paraíso de arena blanca pegado al Parque Natural Sierra de Irta. Si seguís un poco más, llegaréis a Benicàssim, donde os esperan el parque acuático Aquarama, la Vía Verde del Mar —sin apenas desniveles— y el mirador del Desert de les Palmes.

¿Preferís algo que esté mucho más cerca y que tenga el mismo encanto? A 15 minutos de coche tenéis la localidad de Santa Magdalena de Pulpis y su castillo templario, perfecto para hacer una ruta senderista apta para toda la familia y coronarla con unas vistas impresionantes.

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¿Y la gastronomía de Peñíscola? ¿Es apta para niños?

Además de la infinidad de actividades, planes y lugares que visitar en Peñíscola con niños, su punto fuerte es que muchos restaurantes incluyen platos infantiles. En el casco antiguo de Peñíscola encontrarás tascas de tapas donde la fideuà de sepia convive con menús infantiles deliciosos.

Y para el postre, ve directo al paseo marítimo: sirven gofres y helados hasta medianoche.

Peñíscola es un destino ideal para venir con niños, ¿a qué esperas?

Ya ves, las playas de Peñíscola no son lo único que le da fama al municipio, ¡hay mucho más que hacer! Aquí cada miembro de la familia encuentra su momento y su plan estrella.

Y para que todo funcione como un reloj, elige un lugar donde alojarte pensado para viajar con peques: que tenga puertas con cierre seguro, barandillas, cunas y tronas, y estancias totalmente insonorizadas para que descanséis incluso cuando la fiesta siga en la calle. Ah, y tampoco te olvides de revisar el equipamiento: cocina, lavadora… Todo esto te dará la misma comodidad que en casa.

¿Te está sonando complicado encontrar un alojamiento así? Pues echa un ojo a todas las casas y apartamentos que tenemos en Orange Costa para venir a Peñíscola con niños, ¡tienen de todo y más!