El Parque Natural de Sierra Irta es uno de los mayores encantos de Peñíscola, Alcossebre y su entorno. Situado entre acantilados, calas pérdidas, escenarios naturales únicos y vistas espectaculares, merece la pena explorarlo una y otra vez.
Este escenario mediterráneo de costa virgen es un espacio natural protegido que visitan anualmente unas 85 000 personas. Con todo, sigue pareciendo un paisaje inhabitado perteneciente a un planeta recién descubierto. ¿Quieres saber más sobre la Sierra de Irta? ¡Sigue leyendo!
Características geográficas del Parque Natural Sierra de Irta
Este tesoro del litoral levantino se prolonga a lo largo de 13 kilómetros y lo más distintivo de su fisonomía es la ausencia de edificaciones. Emplazado en una zona privilegiada del Mediterráneo, en la comarca castellonense de Bajo Maestrazgo, desprende toda la esencia de los mejores parajes naturales.
Se trata de una formación rocosa con una cota máxima de 573 metros de altura y 15 kilómetros de fachada. Es una de esas sierras litorales, prácticamente inexistentes hoy en día, en las que el hormigón no ha hecho acto de presencia.
Así, se presenta como un escenario incomparable para practicar el senderismo e imaginar, desde arriba y frente al mar, naufragios y ataques de piratas remotos. Entre Alcossebre y Peñíscola, la Sierra de Irta se erige como un tributo de la Naturaleza a sí misma que nadie debería perderse.
En cualquiera de las rutas por Sierra de Irta que emprenderás, vas a encontrar playas de ensueño, paisajes salvajes, un mar señorial y guiños constructivos del pasado. ¿Estás preparado para disfrutar a lo grande?
Qué ver en la Sierra de Irta
En realidad, la belleza no solo se aprecia visualmente en el Parque Natural de Sierra de Irta, ¡se percibe en todos los sentidos! Sobre todo, en las vistas espectaculares que superponen el mar y la montaña.
También se nota en sus aromas únicos, silvestres, que evocan el pasado. Así que escucha en silencio sus sonidos, acaricia las texturas de la vida y el auténtico sabor de la Naturaleza.
La Sierra de Irta con rutas portentosas se grabará en tu memoria para siempre. Sus escenas mediterráneas oscilan entre la calma y el oleaje agitado.
Además, vas a encontrar faros, barrancos, fortalezas, crestas, pendientes suaves o pronunciadas, incluso algún que otro templo. Y, mientras caminas disfrutando de tantos encantos, la vida al natural impregna tu existencia. ¡El estrés y las preocupaciones urbanas desaparecen!
Fauna y flora
Pese a lo que pudiera parecer, la presencia de animales mamíferos no es lo más destacado de este parque natural. Aunque te acompañarán tejones, jabalíes, zorros y ardillas rojas, entre otros, lo que más te maravillará está encima de ellos.
Las aves son la joya de la Sierra de Irta. Sobre todo, las currucas y otras especies que habitan en los matorrales, las cuales te vigilarán desde sus localizaciones. También rapaces, como los cernícalos vulgar y ratonero y las águilas culebrera y perdicera, pueblan sus cielos. Junto al mar, la gaviota Audouin y el cormorán grande son los ejemplares más representativos.
¿Eres más de plantas? Te adentrarás en un entorno mediterráneo con abundantes matorrales y pinares de pino blanco, coscoja y lentisco. La aislada presencia de una olmeda, de espino negro y de algunos chopos se refuerza con la del palmito. ¿Sabías que es la única especie de palmera con denominación de origen europea?
Fortalezas antiguas
El del mar y la montaña no es el único contraste que te reserva en Peñíscola la Sierra de Irta. El patrimonio histórico imbricado en este bello escenario natural te sorprenderá. Especialmente, los castillos de Xivert y Polpis: son construcciones de defensa construidas por los árabes que terminaron en manos de los templarios.
¿Te apasionan las fortalezas históricas? Hay dos torres de vigía que debes incorporar a tus itinerarios senderistas por la zona: Ebri y Badum. La altura a la que se encuentra esta última te permitirá imaginar cómo se sentían los guardias que se situaban en ellas para identificar los peligros.
Además de estas fortalezas, hallarás un par de muestras interesantes de arquitectura religiosa:
- San Antonio, situada en Peñíscola.
- Santa Lucía y San Benito, en Alcalá de Xivert.
¿Quieres venir de ruta al Parque Natural de Sierra de Irta?
La Costa del Azahar pone a tu disposición multitud de atractivos, encantos y experiencias únicas. Desde playas fantásticas a deportes acuáticos, rica gastronomía hasta patrimonio, tiendas atractivas y centros lúdicos de referencia. Por supuesto, el paisaje natural de esta zona levantina se convierte en un aliciente adicional para pasar allí unas vacaciones memorables.
La Sierra de Irta se sitúa entre los mayores exponentes de su belleza paisajística. Es uno de esos lugares que te encantará visitar. Aprovecha sus rutas de senderismo y sus itinerarios para completar tu escapada a la costa levantina española.
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