¿Todavía no has visitado el Castillo de Peñíscola?
El Castillo de Peñíscola es uno de los atractivos patrimoniales más memorables de la Comunidad Valenciana. No solo conforma un perfil bellísimo en una de las localidades playeras más agradables de Castellón, también garantiza una vivencia histórica maravillosa.
Castillo de Peñíscola, un imán para los visitantes
Este castillo en Peñíscola constituye el mayor atractivo turístico de la localidad y, además, es el epicentro de una actividad comercial y social ciertamente vívida.
De hecho, por las rampas aledañas que permiten el acceso a la fortificación encontrarás un espectacular mercadillo de estilo medieval. Además, los miradores, los locales gastronómicos, las terrazas y el trasiego de visitantes dan vida y máxima animación a la zona, sobre todo, tras el atardecer.
Se localiza en el lugar más elevado del característico peñón que domina esta ciudad. Su nombre oficial es Castillo Templario-Pontificio de Peñíscola, pero se conoce popularmente como el Castillo del Papa Luna, ya que fue la sede del papa español más famoso de la historia, el controvertido Benedicto XIII.
Con una altura máxima de 64 metros, media de 20, y un perímetro de 230 metros, es una obra románica construida sobre una antigua alcazaba árabe.
La historia del Castillo de Peñíscola
En tiempos andalusíes existía en esta ubicación una fortaleza empleada para control fronterizo. En 1233, la conquista de Jaime I de Aragón cambió el orden establecido y, al cabo de un siglo, los templarios se instalaron en él. La ocupación templaria se produjo entre 1294 a 1307.
La nueva fortaleza fue construida con esquemas y principios románicos, muy similar a los patrones propios de los castillos templarios. Cuando estos fueron desalojados, quedó abandonada por completo hasta que, en el siglo XV, el papa Luna lo convirtió en su morada.
¿Quién fue el Papa Luna?
Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor fue un aragonés que puso en jaque a toda la Iglesia católica. Su elección como Papa estuvo llena de polémica y serias dificultades para esta institución.
De hecho, en el contexto del llamado Cisma de Occidente, llegaron a coincidir tres papas diferentes. Uno de ellos, el más perseverante y alternativo, fue Benedicto XIII.
En 1417, el citado cisma culminó con la elección de un único papa, con sede en Roma. El Papa Luna había sido elegido en Aviñón, bajo respaldo francés. Fue depuesto, excomulgado y declarado antipapa. Entonces, se refugió en esta construcción. A partir de ese momento, esta fortificación pasó a ser conocida como el Castillo del Papa Luna en Peñíscola.
Este heredero de San Pedro lo convirtió en su sede pontificia y nunca renunció a su cargo, pese a contar tan solo con el apoyo de la Corona de Aragón. Murió en 1423 y, todavía hoy, algunas leyendas aseguran que sigue morando, en espíritu, en esta fortaleza.
Posteriormente, el también aragonés Gil Sánchez Muñoz se convirtió en el segundo papa de Peñíscola, bajo el nombre de Clemente VIII. Ocupó esta edificación hasta que se diluyó su influencia y, con ella, la de esta línea de papado alternativa.
Características arquitectónicas destacadas
Similar al castillo de Miravet, que fue construido siglo y medio antes, este castillo que derivó en palacio papal presenta características técnicas muy atractivas.
Su principal rasgo es la sobriedad y la solidez constructivas. Los muros de piedra labrada, las bóvedas de cañón y los arcos de gran dovelaje son sus rasgos más definitorios.
Los mayores encantos de esta construcción son la solución abovedada del Cuerpo de Guardia y la imponente Basílica de los Templarios. Destaca por el presbiterio con ábside semicircular y media cúpula de cascarón. En ella, durante algunos años, permanecieron los restos mortales del papa Luna.
Horarios del Castillo del Papa Luna en Peñíscola
Te recomendamos informarte sobre el horario del Castillo de Peñíscola en la web oficial de esta joya patrimonial. Debes saber, en cualquier caso, que existen dos posibilidades:
- Temporada de invierno. Del 16 de octubre hasta el Domingo de Ramos, de 10:30 a 17:30 horas.
- Temporada de verano. Desde el Domingo de Ramos hasta el 15 de octubre, de 9:30 a 21:30 horas.
Las visitas se realizan durante, prácticamente, todo el año. Solo está cerrado cinco días al año, que puedes consultar en el sitio web mencionado.
Este castillo en Peñíscola es uno de los grandes tesoros patrimoniales e históricos de España. Y, también, un destino con encanto, bello, atractivo y misterioso. Pasear por su entorno, apreciar el mar Mediterráneo desde sus muros y comprar productos artesanales en sus inmediaciones es una auténtica gozada. Se trata de un plan excelente para todo tipo de públicos, familias con niños aficionados a la cultura, parejas de enamorados, grupos de amigos, etc.
¡Ven a conocer Peñíscola!
El Castillo de Peñíscola no es el único atractivo de esta localidad, cuyas playas, gastronomía, comercios, servicios y animación nocturna resultan formidables. ¡Elige el mejor alojamiento en Peñíscola y disfruta de todos sus encantos!
