A solo tres kilómetros del mar está Santa Magdalena de Pulpis y su castillo, que domina el paisaje y crea un corredor que comunica la costa con el interior del Maestrat en Castellón.
Es una localidad encantadora: suma 66,5 km² de pinares, matorral aromático y bancales de olivos, un mosaico biológico protegido por el Parque Natural de la Sierra de Irta.
Además, también cuenta con ermitas, una torre telegráfica isabelina, joyas arquitectónicas de todo tipo y una gastronomía para chuparse los dedos. Pero lo mejor de todo es su castillo y las vistas; desde sus almenas se adivinan Peñíscola, Alcalà de Xivert y, si el día está claro, las Columbretes.
Por eso hoy vamos a contarte por qué tienes que subir al Castillo de Santa Magdalena de Pulpis y perderte después por esta localidad tan encantadora, llena de senderos, pinos y fiestas populares.
Historia del Castillo de Santa Magdalena de Pulpis
El Castillo de Santa Magdalena de Pulpis es de tipología montana, con planta irregular, doble recinto defensivo y un patio que ronda los 2.200 m². Nació como alcazaba árabe entre los siglos X y XI pero ha pervivido poco de lo que era el castillo en aquella época. Tras la conquista cristiana, pasó a la Orden de Calatrava y poco después a los templarios, y sí, ambos lo reformaron. Lo que queda de él es lo que puedes disfrutar hoy; se conservan dos lienzos de muralla y el primitivo aljibe.
Poco a poco, los habitantes descendieron al llano, pero la atalaya siguió vigilando la costa hasta bien entrado el siglo XVI. ¿Y hoy? Es un mirador estupendo para apreciar gran parte de la historia de la localidad.
¿Qué te vas a encontrar en los alrededores del Castillo de Santa Magdalena de Pulpis?
El entorno forma parte del Parque Natural de la Sierra de Irta, uno de los pocos litorales mediterráneos sin urbanizar y que tiene una vegetación increíble: coscojas, lentiscos, enebros, fresnos y madreselvas así como romero, espliego y tomillo.
¡Ah! Y ojo al dato, que también alberga un montón de palmitos en sus senderos, la única palmera autóctona europea.
En el cielo es habitual ver al águila perdicera o al halcón peregrino, y de noche, a murciélagos ratoneros. Al atardecer tampoco es raro cruzarse con jabalíes o ginetas en busca de agua en los barrancos. Un hábitat de lo más completo, ¿verdad?
Además, muy cerca del castillo puedes adentrarte en el Parque Natural de la Sierra de Irta, perderte entre acantilados y calas vírgenes; visitar la Ermita de San Vicente, enclavada en lo alto de un cerro y con vistas al litoral; y acercarte al casco urbano para conocer la Iglesia de Santa María Magdalena y la Torre de Milán, antiguo hogar de la red telegráfica desde la que puedes ver el atardecer sobre el Maestrat.
Cómo llegar hasta Santa Magdalena de Pulpis
Santa Magdalena está a una hora escasa en coche de Castellón por la N-340 o la AP-7 y a poco más de noventa minutos de València. Cuando llegues, no vas a toparte con ningún tipo de problema para aparcar; en la zona del ayuntamiento y del polideportivo suele haber sitio de sobra. Después muévete caminando, que el casco urbano es diminuto y todo está a mano.
Si quieres llegar en autobús, que sepas que hay conexiones desde Peñíscola y Benicarló. Y, una vez aquí, no te va a hacer falta buscar demasiado para encontrarte de frente con el Castillo de Santa Magdalena de Pulpis; bastará con que alces la vista para ver su silueta en lo alto de la sierra.
Rutas para coronar el Castillo de Santa Magdalena de Pulpis
No vamos a darte una sola opción para llegar hasta el castillo de Santa Magdalena de Pulpis, ¡vamos a darte dos! Elijas la que elijas, prepara agua, crema solar y ganas de quedarte con la boca abierta en cada uno de sus miradores.
Ruta Histórica
Vas a enfrentarte a un recorrido de 6 km —unas 2 horas—; eso sí, es muy facilona, apta para todos los públicos.
La ruta arranca en la iglesia de Santa Magdalena de Pulpis. Una vez aquí, cruza el cementerio y el puente de la autopista y adéntrate en el barranco. Pasarás por dos hornos de cal antes de que el sendero te regale la primera vista de las ruinas del castillo, plantado a 431 m de altura. La subida es suave, está llena de vegetación y plantas aromáticas —¡huele a tomillo!— y, cuando llegas arriba, te van a recibir la torre del homenaje y el aljibe. ¿Para volver? Utiliza el mismo camino y disfruta de las vistas panorámicas.
Ruta de los Castillos Templarios
Si quieres doble ración de castillos, anota esta ruta lineal de 16 km hacia el Castillo de Santa Magdalena de Pulpis. Empieza igual que la histórica, pero, tras visitar el castillo de Santa Magdalena de Pulpis, debes continuar en zig-zag hasta la Mallada de la Rabosa y crestear la sierra rumbo al Castillo de Xivert. Pasarás por pinares, más tomillo y romero y vistas que abarcan desde las Columbretes hasta el Penyagolosa. Al llegar, explora la fortaleza y su poblado antes de descender hasta Alcalà de Xivert.
Ven a conocer el Castillo de Santa Magdalena de Pulpis
¿Ya tienes en mente tu ruta de vacaciones por Santa Magdalena de Pulpis? Seguro que tienes anotado subir temprano al castillo para ver cómo nace el sol sobre el mar, dedicar la tarde a la Ermita de Sant Vicent, visitar la iglesia neoclásica de María Magdalena, buscar la mejor puesta de sol desde la Torre de San Millán y aprovechar para pasarte por todo lo que hay que ver en Peñíscola.
Después, lo suyo es dejar que la cocina local ponga el broche de oro con una paella de conejo y caracoles o un tombet acompañado de pastissets de confitura.
Y, si el cuerpo pide más, ven en julio para las Fiestas Patronales o en enero para la hoguera de San Antonio.
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El Castillo de Santa Magdalena de Pulpis y sus alrededores te esperan; solo faltas tú.